¿Cómo reconocer y probar la violencia psicológica?

Las mujeres enfrentan múltiples dificultades para probar la violencia psicológica en su contra a lo largo de procesos jurídicos, dado que las situaciones asociadas a este tipo de violencia suelen ser naturalizadas, silenciadas y/o invisibilizadas por la sociedad en general y, por servidores y servidoras, en particular.

Es usual que las mujeres víctimas de violencia psicológica afronten afirmaciones como “pero si no le pegó, no es tan grave”, “¿no será que usted es muy sensible?, “!No es para tanto! “ , “no son celos, es amor”, “ cuando un hombre controla sus amistades, le está demostrando que la quiere ”, “a las mujeres les gusta que las traten mal” y “la ropa sucia se lava en casa” , entre otras.

Además de dichas afirmaciones y prejuicios que justifican las violencias contra las mujeres, muchas víctimas no cuentan con pruebas que puedan ser incluidas en procesos jurídicos y, no tienen testigos que aporten su versión de los hechos.

Por lo tanto, el primer paso para probar la violencia psicológica es reconocer comportamientos que generan afectaciones negativas en la salud mental de las mujeres y que, por lo tanto, constituyen un delito. Algunas expresiones de este tipo de violencias son:

- Manipulación, intimidación, acoso, chantajes y amenazas.

- Celos y conductas controladoras que pueden darse tanto presencialmente, por teléfono o por redes sociales (por ejemplo controlar el celular, o el tipo de vestuario).

- Aislamiento (por ejemplo impedir o prohibir estar con amigos, amigas y/o familiares).

- Amenazas dar a conocer secretos o exponer asuntos íntimos.

- Agresiones verbales: humillación, menosprecio, burlas, bromas hirientes, desvaloraciones, descalificaciones, subestimar.

- Se culpa a las mujeres por asuntos que no son de su responsabilidad.

Es importante reconocer que la violencia psicológica suele estar acompañada de otros tipos de violencias (por ejemplo: económica, física, sexual). Y por lo general, es ejercida por parte de parejas, exparejas, familiares, amigos/as, jefes/as, hijos/as, entre otros.

Para avanzar en procesos jurídicos, las mujeres requieren ser valoradas por profesionales especializadas(os) en salud mental que a partir del acompañamiento a las víctimas emitan reportes, peritajes, diagnósticos y/o historias clínicas que den cuenta de los efectos de dichas violencias en la vida de las mujeres tanto a nivel individual (emociones, pensamientos, creencias) como social (relaciones, amistades, ámbito laboral).

La Secretaría Distrital de la Mujer cuenta con el servicio de valoración psicológica forense para los casos que son representados por la entidad, lo cual permite visibilizarlos y aportar en materia probatoria en las instancias judiciales.

Finalmente, es necesario que las mujeres víctimas de este tipo de violencia, cuenten oportunamente con atención en salud mental de acuerdo a sus necesidades, lo cual permite prevenir la revictimización durante procesos jurídicos. Según las características de las mujeres, las especificidades de las violencias que experimentan y el impacto de las mismas; cada ciudadana requiere atención psicológica, acompañamiento psicosocial y en algunos casos atención por psiquiatría.

La Secretaría Distrital de la Mujer cuenta con servicios de acompañamiento psicosocial, para lo cual las invitamos a contactarse con Línea Púrpura Distrital:“Mujeres que escuchan mujeres” 01-8000-112-137, donde una psicóloga o una enfermera le pueden brindar información y orientación en caso de ser víctima de este tipo de violencia.

¡Todas las formas de violencias contra las mujeres son un delito. Actúa y denuncia!