Día Internacional de la Mujer Indígena
El 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena en honor a la lucha de la guerrera Aymara Bartolina Sisa, quien se opuso a la dominación y opresión de los conquistadores y fue asesinada por las fuerzas realistas españolas en la Paz, Bolivia.
Bartolina nació en una pequeña ciudad del departamento de La Paz (Bolivia) y se independizó a los 20 años. Junto con su esposo, se convirtió en guerrera contra la dominación y opresión española. Bartolina fue sometida a brutales violaciones y torturas hasta el 05 de septiembre de 1.782 cuando según Calvo: “le amarraron los brazos, le ataron una soga al cuello y ésta a la cola de un caballo. Mientras era arrastrada, desde el cuartel a la Plaza Mayor, un pregonero leía la sentencia al repique de tambores”.
Las mujeres de los pueblos indígenas en América Latina conmemoran su lucha, y aunque ellas no constituyen un grupo homogéneo, sino que representan una gran diversidad de cosmovisiones, situaciones, necesidades y demandas en relación a las costumbres de los pueblos que pertenecen, juntas han priorizado diferentes luchas en el acceso a los derechos: derechos sexuales y reproductivos, acceso al trabajo, erradicación de violencias y participación política, desde donde vienen desarrollando procesos en sus comunidades.
Para conmemorar la fecha en Bogotá, las ciudadanas desarrollaron un evento en la Casa de Pensamiento Indígena que contó con la presencia de autoridades de sus cabildos. La Secretaría Distrital de la Mujer se une a esta conmemoración para resaltar la existencia de las 18.553 mujeres indígenas en Bogotá (según la encuesta multipropósito del año 2014), quienes son portadoras de conocimiento sobre las diversas culturas ancestrales que posee nuestro país, y de las complejas problemáticas que afectan a las mujeres de los 87 pueblos indígenas que hay en Colombia, según el censo del año 2005.
Muchas de esas problemáticas son consecuencia histórica de procesos de exclusión, racismo y desconocimiento de sus culturas y costumbres, así como la falta de participación y representatividad en las decisiones que las afectan. Ellas se enfrentan a barreras de acceso a los recursos, bienes y servicios en razón de las diferencias étnico-raciales, la discriminación, bajos niveles educativos, pobreza y mendicidad; además en su mayoría se dedican a trabajos informales como la comercialización de productos, trabajo doméstico o en su mayoría a empleos de baja calificación.
La Secretaría Distrital de la Mujer desde la Dirección de Enfoque Diferencial reconoce el liderazgo y la apuesta política de las mujeres indígenas como actoras y ciudadanas para aportar a la construcción de agendas públicas que visibilicen sus experiencias. También busca aportar a su cualificación constante y continuará su labor para fortalecer el Comité Distrital de Mujeres Indígenas, mediante el acompañamiento técnico y la asesoría para definir sus espacios de organización y participación en la definición de acciones de la Política Pública con enfoque diferencial.
En la Bogotá Mejor para Todas se continuará con la apuesta por la salvaguardia y protección de la integridad física y cultural de los pueblos originarios, que permita la garantía y el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres indígenas.