‘Nada sin las mujeres, todo con las mujeres’, manifiesto político de la II Cumbre Nacional de Mujeres y Paz

Vestidas de blanco, 9 mujeres de diversos territorios dieron lectura al manifiesto político en el cierre de la II Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, que congregó cerca de 500 representantes de organizaciones sociales y movimientos de todo el país. En este, las mujeres reconocieron su voluntad de ser pactantes y no pactadas y de decidir en la implementación y cumplimiento del Acuerdo de Paz.

En una cumbre de tres días, las mujeres diversas concluyeron que la paz es necesaria para defender la vida, garantizar la participación, el goce efectivo de los derechos de las mujeres y su representación activa. “Es tiempo de sanar las heridas, de transformar el odio y la venganza en verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”, expresaron las participantes.

En los nueve puntos consignados en el manifiesto, las integrantes de la cumbre se comprometieron con las luchas de reparación de las mujeres víctimas del conflicto armado y de la violencia y con ser un puente para la reintegración a la vida social y política de las mujeres que dejen las armas o de quienes estén privadas de la libertad.

Las organizaciones también se comprometieron a ser veedoras ciudadanas del acuerdo frente al cumplimiento de los derechos de las mujeres y centrarán sus esfuerzos en impulsar procesos para que las mujeres alcancen el buen vivir. Una paz incluyente, explicaron las participantes, implica tener en cuenta los talentos, espiritualidades y sabidurías de las diversas mujeres de Colombia. Hacer visible las narrativas y lenguajes resulta esencial para transmitir a las nuevas generaciones la verdad desde sus memorias.

Construir paz, desde la perspectiva de las mujeres y siguiendo las conclusiones de la cumbre, implica erradicar prácticas patriarcales e históricas y transformarlas por estrategias culturales, ancestrales en el país y en sus territorios. El compromiso también atraviesa la construcción de un país donde las personas puedan opinar en libertad, sin temor de ser violentadas ni vivir bajo la zozobra de una Colombia en guerra.

Lea aquí el Manifiesto político ‘Las mujeres vamos por la paz’

Respaldo internacional

Al cierre de la cumbre, las mujeres contaron con un espaldarazo de gobiernos y organismos internacionales que las felicitaron por su capacidad política y liderazgo. “Es un avance sentarse a sumar y contribuir a romper imaginarios a través de los que se vulneran los derechos de las mujeres”, afirmó Marie Andersson de Frutos, embajadora de Suecia en Colombia, quien además reiteró una cooperación bilateral con Colombia durante los próximos 5 años y resaltó que uno de los puntos será el apoyo y prevención del tratamiento a la violencia de género.

En video, la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia sexual en los conflictos, Zainab Hawa Bangura les recordó a las mujeres que este es apenas el principio y que sus voces deben seguirse escuchando en el proceso de reconciliación. “Si no hubiera sido por ustedes, no habríamos alcanzado este proceso de paz que causa tanto orgullo”, reiteró la funcionaria.

Para Martín Santiago, coordinador residente de las Naciones Unidas en Colombia, y Johan Vibe, embajador de Noruega en Colombia, se deben focalizar esfuerzos para trabajar con las mujeres en los territorios y consolidar la paz. “El esfuerzo ha sido extraordinario y ahora viene el tránsito a la práctica al que hay que seguirle apostando”, agregó Vibe.