En su intervención Cecilia López Montaño comenzó haciendo una importante reflexión con respecto a la equidad entre mujeres y hombres en diferentes ámbitos, allí expresó su interés y preocupación porque cambie el escenario político y en él se logre incluir las agendas de las mujeres: “mientras las mujeres no lleguemos al poder económico y político, la agenda de las mujeres no se cumple”.

Para presentar a las asistentes cuál es la situación de la mujer en el mundo y cómo estamos nosotras las colombianas, Cecilia presentó un breve análisis a partir de los indicadores de género de la Organización de las Naciones Unidas, donde se hace una comparación de cuatro variables (educación, salud, economía y política) y la desigualdad existente entre hombres y mujeres.

Al analizar la información, según Cecilia, se observa que a pesar de que las mujeres tienen más años de educación que los hombres, acceden menos al campo laboral y cuando lo hacen se encuentran en condiciones inequitativas, mal remuneradas y con largas jornadas laborales. “Estamos a 40 puntos de tener igualdad en el ámbito laboral. Todo este esfuerzo y vamos a la mitad del camino. Y en el caso del poder político y la proporción de mujeres en el poder solo hemos avanzado 20 puntos” afirmó López Montaño.

La política hizo un llamado a las actuales y a las nuevas generaciones para generar cambios que le aporten a la equidad en todos los aspectos “la gran revolución de la mujer se dio en el siglo pasado y ahora estamos estancadas, en este siglo los cambios han sido mínimos. Estamos muy lejos del poder económico y político que es el punto inicial para la equidad”.
Dentro de las reflexiones y recomendaciones que hizo en su intervención, Cecilia invitó a las mujeres a no perder el contenido académico en el trabajo político “el alma del conocimiento de las mujeres es fundamental, nunca abandonen el contenido académico…además recuerden que hay que ser contundentes pero no groseras”.

También insistió en un cambio total con respecto a la corrupción “tenemos que llevar la bandera de la honestidad. Yo creo que hay que valorar la política y creo que son las mujeres en el mundo las que tienen la responsabilidad de darle un carácter distinto. La política está en crisis en todo el mundo y en este país dan ganas de llorar”.

En la parte personal indicó que hay un costo que hay que asumir, en su caso ha sido el sufrimiento de la familia por los enemigos que se ganan en el oficio y la soledad “estoy pasando por el mejor momento de mi vida… sola como una gata pero feliz”.

Su conclusión y sus palabras finales en la presentación se refirieron a que vale la pena luchar por el poder “hay que meterse en el mundo público, hay que meterse en los temas económicos, hay que luchar por el poder. Y por favor apoyen a las mujeres que con un sacrificio inmenso están tratando de cambiar esta realidad tan absurda en donde el poder económico y político está en manos solo de los hombres”.