Atrás quedaron las bajadas a moneda, los desmanes y agresividad de la fuerza pública al encontrarse con la juventud empoderada de su estética y sus apuestas musicales. 

Gracias al trabajo del Observatorio de Culturas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deportes, oficina que realiza encuestas en los festivales al parque y cuenta el número de asistencias, este año se logró observar el crecimiento en términos del número de mujeres que hicieron parte de esta experiencia cultural que ofrece la ciudad. En esta versión del festival el número de asistencia de mujeres se triplicó, pasó de 32.326 en 2013 a 101.623. Igualmente la presencia de mujeres en el día del Metal también aumentó de 15.045 en el 2013 a 20.182 en el 2014.

Adicionalmente, cada vez se ven más mujeres en escena. SDMujer logró entrevistarse con una de ellas, “Polikarpa y sus viciosas” integrada por tres mujeres, quienes a través de la música vienen haciendo una estrategia para darle voz política a las mujeres y hacer visible la subordinación, opresión y desigualdad que enfrentan, es por ello que sus letras son utilizadas para hacer denuncia y fue así como lo expresaron a través de una pancarta que decía: “20 años rompiendo el silencio y gritando libertad”.

Polikarpa y sus viciosas ha sido la única banda en grabar un disco punk en Colombia y se ha caracterizado por acompañar las movilizaciones y actos simbólicos en favor del reconocimiento y garantía de los derechos de las mujeres. Este año en su presentación en Rock al Parque sorprendió con su puesta en escena denominada “Audiencia Musical”, donde catorce mujeres las acompañaron en tarima para posicionar desde sus voces las denuncias y demandas políticas en temas como: la paz, el cuidado de la tierra, la resistencia a la minería, la libre opción de la maternidad, entre otros. Los momentos de intervención se recrearon cada cuatro canciones que estuvieron acompañadas de imágenes con cifras sobre crímenes impunes y con proclamas de resistencia.

Rock al Parque ha demostrado en esta versión los grandes avances sostenidos y progresivos de 20 años de trabajo: la cantidad y calidad de la oferta musical, aspectos técnicos y producción, una oferta de orden académico que da sustrato a la programación de un festival de carácter público, las ruedas de negocios que permiten a las agrupaciones distritales intercambiar sus experiencias y darse a conocer y en ésta edición particularmente, un paso importante hacia una composición más equitativa de la audiencia, una en la que las barreras propias de una cultura que privilegie la libertad de los hombres por sobre la de las mujeres quede en el pasado y se logre la consolidación de una Bogotá más humana para todas y todos.

* Con datos del Observatorio de Culturas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deportes y el análisis del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá, perteneciente a la Secretaría Distrital de la Mujer