Hace 31 años, el 5 de septiembre de 1983, durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, reunido en Tihuanacu (Bolivia), se instituyó el Día Internacional de la Mujer Indígena, como homenaje a la indígena aymara Bartolina Sisa.
Bartolina nació en una pequeña ciudad del departamento de La Paz (Bolivia) y se independizó a los 20 años, yéndose de su casa sin casarse y comenzando su trabajo como comerciante. Un tiempo después conoció a su esposo y en medio de sus travesías comerciales por todo el país fue reconociendo las injusticias de la colonia española contra su pueblo y encontrando en las expresiones de dolor e indignación, el deseo de libertad.
Junto con su esposo, esta Aymara se convirtió en guerrera contra la dominación y opresión española. En palabras del periodista y escritor colombiano Hernando Calvo, “Bartolina era una generala en falda. Una jefa, política y militar, que dispuso a sus tropas bajo tácticas novedosas…(en plena resistencia del pueblo aymara) el jefe militar español comprobó que era una mujer la que estaba al frente de las fuerzas enemigas mejor organizadas.”.
Sin embargo, la dignidad y valentía de esta mujer no le alcanzó para resistir la violencia de miles de hombres conquistadores, quienes lograron que ella y su esposo fueran traicionados por sus propios compañeros, entregados como prisioneros de guerra, y asesinados salvajemente. Bartolina fue sometida a brutales violaciones y torturas hasta el 05 de septiembre de 1.782 cuando según Calvo: “le amarraron los brazos, le ataron una soga al cuello y ésta a la cola de un caballo. Mientras era arrastrada, desde el cuartel a la Plaza Mayor, un pregonero leía la sentencia al repique de tambores”.
Aunque eliminaron su cuerpo no pudieron desaparecer su legado. Las mujeres de los pueblos indígenas en América Latina conmemoran su lucha, y aunque ellas no constituyen un grupo homogéneo, sino que representan una gran diversidad de cosmovisiones, situaciones, necesidades y demandas en relación a las costumbres de los pueblos que pertenecen, juntas han priorizado diferentes luchas en el acceso a los derechos: derechos sexuales y reproductivos, acceso al trabajo, erradicación de violencias y participación política, desde donde vienen desarrollando procesos en cada una de sus comunidades.
A partir de la puesta en marcha de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género en Bogotá (2004) se ha buscado garantizar el reconocimiento de los derechos de las mujeres indígenas, haciendo posible el encuentro de las mujeres de diferentes pueblos, donde ellas han construido la agenda política de mujeres indígenas en el marco del Plan de Igualdad de Oportunidades PIOEG. Las mujeres indígenas habitantes de Bogotá han priorizado la lucha por la erradicación de violencias, el acceso a la participación política y el mejoramiento de las condiciones de vida desde la perspectiva étnica, constituyendo en el 2013, el Comité Distrital de las Mujeres Indígenas.
Los encuentros, realizados siempre por esta fecha, han permitido que las participantes reflexionen sobre su aporte a las comunidades y ciudad, el papel de la mujer indígena y las barreras de acceso a los derechos, tal como son la discriminación en el acceso al trabajo, el empleo en trabajos de baja calificación, el aislamiento social y la segregación, entre otros.
La Secretaría Distrital de la Mujer en este día reconoce a las más de 7.500 mujeres indígenas de alrededor de 87 pueblos diferentes1, 14 de ellos organizados bajo la figura de cabildos2, que habitan la ciudad y que como Bartolina, luchan diariamente por la reivindicación de sus derechos, la erradicación de la discriminación, el reconocimiento de los abusos cometidos a las mujeres indígenas a lo largo de la historia y la visibilización de asuntos que se consideraban como privados en la cultura indígena limitando el goce efectivo de sus derechos.
1. Fuente: Censo General 2005 - Información Básica - DANE – Colombia. Procesado con Redatam+SP, CEPAL/CELADE 2007 por Dirección de Equidad y Políticas Poblacionales, SDP.
2. De los 87 pueblos indígenas que habitan Bogotá, 14 de ellos están organizados bajo la figura de cabildos, tales como los: Pijao, Kichwa, Eperara, Muisca (Bosa y Suba), Inga, Misak, Wounaan, Yanacuna, Nasa, Uitoto, Camentsa, Pastos y Tubu. También residen otras comunidades indígenas que tienen importante representación en la capital como los Embera Chamí, Embera Katío, Kankuamo, Wayu, Iku – arhuacos. miles de mujeres