El embarazo adolescente en cifras
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud entre los años 1990 a 2010, la proporción de adolescentes (15-19 años) madres o embarazadas en el país aumentó del 18,8% al 19,5%, con una leve disminución en los últimos 5 años y con mayor expresión en ciudades como Bogotá, en donde se pasó de un 22,5% en 2005 a un 17,5% en 2010. La mayor proporción de embarazos se presenta en ámbitos rurales y con menores niveles socioeconómicos.
Un 12,1% de las adolescentes de 15 a 19 años en Bogotá ya son madres, mientras que un 3,2 por ciento está embarazada por primera vez. San Cristóbal (26,8%), Ciudad Bolívar (25,1%) y Bosa (23,4%) son las localidades con el mayor porcentaje de mujeres de este grupo de edad alguna vez embarazadas; mientras que las menores cifras están en Engativá (6,3%), Barrios Unidos (6,1%) y Antonio Nariño (Encuesta Distrital de Demografía y Salud 2011-EDDS).
De acuerdo con la EDDS 2011, el conocimiento de métodos anticonceptivos modernos es universal en Bogotá: el total de mujeres encuestadas afirmó conocer alguno. No obstante, entre las adolescentes de 15 a 19 años de edad sexualmente activas el uso de algún tipo de anticonceptivo es menor que en los demás grupos de edad, siento inferior entre las que están unidas (68,4%) que entre quienes no lo están (82,4%).
Hacia un goce efectivo de los derechos sexuales y reproductivos
El abordaje del embarazo como un indicador que condiciona la calidad de vida de las adolescentes hace énfasis en los obstáculos que la situación asociada a la gestación impone al desarrollo del proyecto de vida individual de las jóvenes, sobre todo de los sectores más vulnerables. El incremento de los riesgos en salud, la desescolarización temprana, la inserción a ámbitos laborales precarios, las dificultades para romper con círculos de pobreza y falta de oportunidades, son algunos de los elementos que cobran mayor fuerza en esta discusión
Por supuesto estos elementos no pueden subestimarse. Al revisar las estadísticas desagregadas por sexo sobre las causas de deserción en colegios oficiales del distrito, se identifica que un 2% de las jóvenes que desertaron, lo hicieron a causa del embarazo o la maternidad, aún desde el amparo normativo existente para evitar esta situación (Censo C600 de 2012).
Sin embargo, el embarazo adolescente remite a un debate más amplio: el de la garantía de los derechos sexuales y de los derechos reproductivos de las jóvenes como derechos humanos. El mismo contexto que impone barreras para que una adolescente gestante continúe su proyecto escolar (falta de oportunidades económicas y laborales dignas y compatibles, débil apoyo familiar o institucional para asumir el cuidado y manutención), es aquel que restringe el ejercicio autónomo e informado de su sexualidad: la posibilidad de decidir frente a la maternidad como opción, vivir el placer sin juicios, violencias, ni temores y acceder a alternativas anticonceptivas y de salud sexual acordes a sus necesidades.
Siete de cada ocho mujeres entre los 13 y los 24 años de edad han participado en actividades sobre educación sexual (EDDS 2011). No obstante, aunque exista un consenso creciente en la importancia de vincular un enfoque de género en este campo, así como en los servicios de salud para adolescentes y jóvenes, aún no se aborda de manera explícita o directa.
Desde la evaluación de este complejo escenario, el documento CONPES 147 de 2012 brinda lineamientos para el desarrollo de una estrategia de prevención del embarazo en la adolescencia, con mayor asiento en los embarazos no deseados y producto de un abuso o violación, enfocándose en la transformación de condiciones socioeconómicas que actúan como factores protectores y del fortalecimiento de la educación para la sexualidad.
En esta vía la Secretaría Distrital de la Mujer realiza desde 2013 la Secretaría Técnica de la Mesa Distrital de Embarazo Adolescente, espacio en el que junto con los sectores Salud, Educación, Integración Social y el Fondo de Población de Naciones Unidas UNFPA, trabaja en el cumplimiento de lo establecido por el documento CONPES. En el marco de la semana Andina de la Prevención del Embarazo Adolescente, esta mesa liderará jornadas de sensibilización en espacios de encuentros juveniles, lugares públicos y centros educativos en las veinte localidades del distrito.