El evento comenzó con un panel llamado: ¿Qué tal si visibilizamos la salud de la mujer en Colombia?, el cual contó con la participación de la Secretaria Distrital de la Mujer, Martha Sánchez Segura, quien durante su exposición llamó la atención sobre cómo “la medicina ha caído en el límite de atender problemas de salud diferenciales, pero centrados en la reproducción de las mujeres, los cuales son sumamente importantes y prioritarios de atender, pero no son los únicos”.
Para la Secretaria: “la atención diferencial de las mujeres no pueden limitarse a las áreas del embarazo, la anticoncepción, la planificación familiar o la menopausia. Hay que ampliarse y aproximarse a otros problemas y con abordajes distintos en salud como las condiciones laborales de las mujeres, su exposición a químicos, el comportamiento diferencial de las enfermedades cardiovasculares, la salud mental no asociada a depresiones e histeria y la prevención de las violencias contra las mujeres” aseguró.
Adicionalmente, la Secretaria en su exposición recalcó la importancia de la transversalización del enfoque de derechos de las mujeres en los planes, programas, proyectos y políticas públicas distritales: “la transversalización de la política pública representa la consolidación de otras formas de posicionarse en la ciudad, de ofrecer servicios a las mujeres, de reconocerles como ciudadanas y de abrirse nuevos espacios para construir y expresar las especificidades en su salud”.
En el panel también participaron la Msc Fanny Rincón Osorio, profesora asociada de la Facultad de Enfermería y quien hace parte del grupo de investigación cuidado de la salud cardio-respiratoria; la MSC Martha Patricia Bejarano Beltrán, docente de la Facultad de Enfermería y miembro del grupo de investigación materno perinatal y la Enfermera Ana María Peñuela, Magister en Administración de la Salud, asesora del Ministerio de Salud.
Durante las ponencias de las docentes, se presentaron investigaciones sobre el cuidado para la salud cardiorrespiratoria para las mujeres y sus diagnósticos preliminares y se planteó cómo la cultura ha llevado a que las mujeres enfrenten las situaciones de enfermedad con actitudes de silencio y evitamiento del duelo que se manifiestan en frases como: "Es mejor callar para no preocupar", No le hago cama al dolor", “Me acostumbré al dolor", “Me controlo a mí misma”.
Por último, el panel propuso la necesidad de ampliar alianzas públicas y privadas, promover el trabajo intersectorial en torno al cuidado de la salud en las mujeres y su vinculación en las diferentes políticas públicas.