Así celebran las festividades de fin de año las mujeres diversas en Bogotá
Las mujeres diversas que habitan la ciudad comparten sus tradiciones y la forma como celebran las festividades de fin de año, entre ellas encontramos las voces de mujeres de las comunidades negra, gitana, indígena, campesina y LB. El común denominador de todas ellas es compartir y disfrutar en familia en paz y armonía.
Adiela Dagua, referente de las mujeres negras que residen en Bogotá de la Secretaría Distrital de la Mujer-SDMujer- cuenta que la comunidad a la que pertenece trata de conservar sus tradiciones a través de su gastronomía, por ello en estas fechas se busca compartir parte de ellas en las festividades de final de año y disfrutar de platos típicos de la región del pacífico colombiano ; Adiela relata cómo a través de espacios denominados “Círculos de canto” se reivindican y se dan a conocer en estas festividades los derechos de las mujeres, ya que es una ocasión especial para que se compartan nuevos conocimientos en familia.
Por su parte Patricia Casamachi de la comunidad indígena Nasa, residente en Bogotá, cuenta que la tradición para su pueblo es reunirse a compartir alrededor de la comida tradicional (mute), el dulce de papaya, así como la bebida tradicional a base de maíz (chicha), además a través de danzas y con la entrega de regalos naturales hechos con sus propias manos, generalmente tallados en madera, celebran las festividades de fin de año.
Para Ivón Gómez, referente de la comunidad gitana residente en Bogotá de la SDMujer, las festividades de fin de año son todo un acontecimiento, ya que se reúnen todas las familias y cada una se encarga de preparar y llevar una comida tradicional de su cultura o un sabiaco (postre tradicional) a la celebración. También realizan actividades con cantos y bailes y finalmente entregan regalos a las niñas y los niños.
En la comunidad LB, Angélica Rodríguez, referente del tema de la SDMujer, explica que en estas festividades de fin de año las mujeres lesbianas y bisexuales tratan de resignificar la forma de concebir las familias, de romper estereotipos y por ello rescatan y visibilizan a las familias diversas, por ejemplo, a través de la representación del pesebre con dos Marías o dos Josés.
Las comunidades rurales de Bogotá tienen una gran influencia de la religión católica, por ello las familias se reúnen en estas festividades alrededor de espera de la venida del Niño Dios. Con el pesebre se recrean los eventos más significativos de la región y en las veredas se realizan concursos para escoger el mejor. Claudia Marcela Rodríguez, referente de las mujeres campesinas y rurales de Bogotá, así lo explica cuando afirma que la tradición campesina aún conserva la celebración en familia, compartiendo un sancocho de gallina, pollos, natilla, buñuelos y chicha de maíz. También los agüeros de la abundancia y los sahumerios marcan la pauta de la celebración.