Por cuarto año consecutivo desde que la Ley de Víctimas fue aprobada, el 09 de abril se conmemoró el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, con una gran movilización social que recuerda a las miles de víctimas que han sido asesinadas, desaparecidas, desplazadas y exiliadas en medio del conflicto armado.
Este año, mujeres diversas residentes en Bogotá nos movilizamos por la Paz y en las calles se escucharon nuestras voces, apuestas, exigencias, propuestas para la construcción de la paz en Colombia, que como dijo, Martha Lucía Sánchez Segura, Secretaria Distrital de la Mujer: “la paz, va mucho más allá del cese al fuego que anuncie el fin del conflicto armado. Como derecho humano, exhorta a la ciudadanía y al Estado a construir una postura ética y política de defensa de la vida; a hacer transformaciones de prácticas e imaginarios que justifican y reproducen la violencia, el uso de la fuerza y la dominación; y a generar mecanismos para garantizar las condiciones de vida digna del conjunto de la población, en su vida diaria, en sus relaciones cotidianas, en los ámbitos públicos y privados y en los territorios que habitan”
A su vez, Daira Quiñones, representante por el Derecho a la Paz, en el Consejo Consultivo de Mujeres de Bogotá (CCM), afirmó: “como vocera Legitima del derecho a la paz y , como parte del proceso de mujeres en la diversidad, batalladoras del territorio, quienes hemos sido brutamente violentadas en un nuestro ser por políticas públicas inadecuadas, que no se ajustan a nuestras necesidades, (…) manifestamos y exigimos que en el marco del Plan de Nacional de Desarrollo, se trace una ruta de atención diferenciada, donde se materialicen los derechos de las Mujeres por hechos victimizantes y que se designe un presupuesto real, equitativo e igualitario, que permita el acceso de las mujeres a la vivienda digna, al trabajo, a la educación, al desarrollo cultural, a una participación en condiciones de igualdad. No venimos a pedir sino a exigir porque nos corresponde por el solo hecho de ser ciudadanas plenas, y por haber sido violentadas por tiempos inmemoriales. Las mujeres no queremos migajas queremos planes, programas y proyectos que generen impacto en nuestras comunidades”
Durante la marcha, lideresas de organizaciones de mujeres, que han trabajado en la construcción de la paz recordaron el aporte histórico de las mujeres en la búsqueda de la superación del conflicto armado, la exigencia de una salida negociada al mismo y la importancia de que durante las decisiones frente al proceso de paz, la definición de los planes de desarrollo y la construcción de estrategias para el postconflicto estén presentes y decidiendo las mujeres. Norma Riascos, de la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz y Cladem (Comité Latinoamericano por los Derechos de las Mujeres) planteó, “Las mujeres tenemos muchas cosas que decir. Las afectaciones del conflicto armado son diferenciales para hombres y mujeres. El país debe oír que las mujeres soñamos con una paz con igualdad, participación y representación de las mujeres. Nuestro aporte ha sido histórico, a comienzos de los 90 comenzamos a buscar que conjuntamente, mujeres desmovilizadas y de las comunidades fuéramos reparadas y reparáramos a las que han sido víctimas del conflicto. La reparación la deberían hacer no solamente los que han estado alzados en armas, sino los que han generado las causas del conflicto”.
Por su parte, Maribel Acevedo y Yolanda Camargo, de la Red de Mujeres Creadoras de San Cristóbal afirmaron: “generalmente las mujeres no hemos sido escuchadas, aunque llevamos mucho tiempo manifestándonos, marchando y planteando nuestra posición frente a la paz, nuestras propuestas han sido excluidas. Las mujeres hemos sido históricamente gestoras de paz, por ello nuestra posición es muy importante” (…) “es importante la presencia de las mujeres en las decisiones de paz para que se visibilicen y garanticen los derechos de las mujeres en el marco de la paz. El papel de las mujeres en el postconflicto es importante desde las agendas que hemos posicionado.”
Durante la caminata cientos de mujeres, lideresas de organizaciones sociales y representantes del Consejo Consultivo de las Mujeres de Bogotá gritaban arengas como: “La paz es con justicia, la paz es con verdad, la paz es con nosotras, que viva la equidad!” “Más mujeres en las decisiones sobre la paz” “el Plan de Desarrollo sin presupuesto para las mujeres no es paz” “las mujeres defendemos nuestros derechos, lo público y la paz” y “la paz con las mujeres sí va”.
Después de 8 kilómetros de caminata, desde el Centro de Memoria Paz y Reconciliación, hasta el Parque Simón Bolívar, las mujeres tomaron la palabra en la tarima principal. Piedad Córdoba, de Clamor Social por la Paz afirmó: “En medio de esta gran movilización por el derecho de las víctimas, la paz y la justicia social consideramos que todos ustedes: jóvenes, sindicalistas, religiosos, mujeres, niños y niñas, población con discapacidad, debemos discutir, analizar, discutir cuál es ese modelo de desarrollo social que nos convoca. Queremos convocar a este pueblo colombiano para que revisemos el modelo de desarrollo, la estructura militar, la doctrina del Estado. Tenemos que hacer cambios profundos que recoja al movimiento social del país”
Por su parte, la representante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado MOVICE, se pronunció diciendo: “las víctimas estamos exigiendo que se reconozca la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Le exigimos al Estado Colombiano que desmantele, de una vez por todas, los grupos paramilitares, que siguen existiendo. Las víctimas saludamos el proceso de paz de La Habana y pensamos que el Gobierno Nacional tiene que aceptar su responsabilidad”
Aida Abella, en nombre del Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la Justicia social, en su discurso dijo: “estamos aquí recordando a nuestras víctimas, para recordar a nuestros compañeros de la Unión Patriótica, masacrados por el régimen; para recordar a los compañeros asesinados del M19, de la lucha socialista, de la lucha sindical, a los periodistas, a los estudiantes, a los indígenas, a los negros, a los que han desaparecido. Buscamos patria y queremos que los exiliados regresen a Colombia. Queremos decir hoy que la paz la queremos con los cambios sociales, justicia social, educación, salud para todos los colombianos y colombianas. Sobre todo necesitamos que el Plan de Desarrollo sea para la paz y no para la guerra. (…) No queremos una paz con impunidad. Queremos construir la unidad que es la unidad donde estemos todos, para derrotar a quienes han hecho el genocidio en este país. Viva la unidad de los colombianos y colombianas. Viva la Marcha del 9 de abril. Viva Colombia, Viva la Paz”
Ya en el Parque Simón Bolívar, además de los saludos y discursos de los diferentes sectores sociales y políticos presentes en la movilización, los asistentes disfrutaron de la interpretación de “Solo le pido a Dios”, con León Giecco, la Orquesta Filarmónica Juvenil y más de 500 niños del coro de los CLAN del Instituto Distrital de las Artes (IDARTES). Luego, estuvieron Jorge Velosa, César López, Totó la Momposina, Cultura Profética, Herencia de Timbiquí y cerró el evento el salsero panameño Rubén Blades.
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¡La paz con las mujeres sí va!