En el marco de la semana de la afro-colombianidad, la Secretaría Distrital de la Mujer, quiere resaltar el trabajo de liderazgo que las mujeres negras, afros, palenqueras y raizales han desempeñado en el Distrito Capital y la necesidad de emprender acciones que propendan por su seguridad.
Ese liderazgo en muchas ocasiones está relacionado con la defensa de los derechos humanos, los saberes y territorios ancestrales, que han sido violentados ya sea por el conflicto armado o por otras violencias. Ese liderazgo y ellas están siendo amenazadas.
La opinión pública ha conocido del incremento en los hechos de amenazas selectivas contra las mujeres afrodescendientes y negras en el Distrito Capital. Estas amenazas e intimidaciones refuerzan la desigualdad estructural, el racismo y la discriminación, y requieren una respuesta clara y urgente para garantizar y proteger la vida, integridad y libertad de estas ciudadanas.
El Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo en su informe de riesgo Nº 006 de 2015 para la Ciudad de Bogotá advierte sobre situaciones que ponen en riesgo de vulneración de los derechos humanos a la población que habita en las localidades de San Cristóbal, Rafael Uribe y Usme, en las cuales viven cerca de 22.256 personas que pertenecen a la población afrodescendiente, negra, palenquera y raizal; según el SAT, entre los líderes y lideresas amenazadas están aquellas que llevan a cabo la defensa de sus derechos como parte de comunidades étnicas.
Los casos de lideresas de esta comunidades amenazadas en estas y otras localidades de Bogotá como Chapinero, Candelaria, Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa a través de diversos métodos, son indicativos del alto nivel de riesgo en el que se encuentran.
Aunque consideramos que la protección no está ligada únicamente a medidas de escolta, chalecos, celulares y vigilancia permanente (medidas duras de protección), es importante señalar que el Estado Colombiano tiene el deber de garantizar, por todos los medios, de los que disponga la vida, la seguridad e integridad de todas las personas, en especial de aquellas sobre las que existe una explícita manifestación de riesgo . En ese sentido, vale la pena mencionar que, según el informe de rendición de cuentas de la Unidad Nacional de Protección del año 2013, solo el 3.4% de medidas de protección a través de personal de protección (escoltas) fue otorgada a dirigentes de grupos étnicos y de un total de 3.838 chalecos entregados, solo 153 fueron asignados a este grupo poblacional.
Sus procesos comunitarios y sociales, que buscan recuperar lo que para algunas fue arrebatado por la guerra, se ven afectados por una "ola criminal y xenófoba", que produjo la muerte de varios jóvenes afrodescendientes y las amenazas constantes y latentes a las lideresas.
La Secretaría Distrital de la Mujer, hace un llamado especial a toda la sociedad para que contribuya en el reconocimiento del rol fundamental que las lideresas afrodescendientes, negras, palenqueras y raizales cumplen en el Distrito Capital, no solo como defensoras de sus derechos, sino como constructoras de paz. Se requiere un compromiso con ellas, que con su ancestralidad y experiencias han contribuido a la construcción de este país y que día a día le apuestan a un camino de garantías y de respeto de su dignidad, sus luchas y resistencias.
El Auto 092 de 2008 señala como uno de los diez factores de vulnerabilidad específicos a los que están expuestas las mujeres por causa de su condición femenina en el marco de la confrontación armada interna colombiana, que no son compartidos por los hombres, y que explican en su conjunto el impacto desproporcionado del desplazamiento forzoso sobre las mujeres "los riesgos derivados de la condición de discriminación y vulnerabilidad acentuada de las mujeres (…) afrodescendientes".