Las Mujeres Gitanas en Bogotá
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Última actualización el Jueves, 03 Septiembre 2015 11:48
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Publicado el Jueves, 03 Septiembre 2015 06:28
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Sandra Demetrio es una mujer Gitana que junto a 15 mujeres y 9 hombres de su Kumpaña* conforman el grupo Ojos Negros, con el que dan a conocer su cultura a través de música, canciones y bailes. El grupo Ojos Negros pertenece a la Organización Romaní de Colombia.
Para Sandra: “La música gitana es una parte muy importante de nuestra cultura y mostrándola a otras personas nos hace sentir más vivos, más latentes dentro de la comunidad gitana”.
En las localidades de Kennedy y Puente Aranda habitan algunos cientos de personas gitanas, sin embargo, la presencia y el origen de la población Romaní-ROM es poco reconocida y por ello, la Secretaría Distrital de la Mujer, a través de la Dirección de Enfoque Diferencial, ha venido reconstruyendo sus experiencias, desde voces individuales como la de Ivonne Gómez y otras mujeres gitanas que trabajan en los escenarios institucionales y desde las prácticas colectivas de las mujeres gitanas que habitan la ciudad.
Para acercarse a su contexto, hay que entender su constante movimiento como comunidad que deviene de procesos migratorios en diferentes momentos históricos y constituye sus procesos de construcción de identidad cultural. Dentro de ese contexto, las mujeres gitanas tienen un rol indispensable al interior de la Kumpaña[1], como hijas, madres, esposas y abuelas, ya que ellas son las principales garantes de la cultura Gitana, la que trasmite los valores, las tradiciones, las costumbres como por ejemplo la lengua Romanes de acuerdo con las normas establecidas por la Kriss -o sistema de autoridad propio-.
Las mujeres entrevistadas expresan que al interior de la vida gitana se sienten seguras y amparadas, pues en los casos en los que su seguridad se ve comprometida acuden a la Kriss para su protección, sin embargo también identifican condiciones que las ponen en situación de vulnerabilidad, por ejemplo, las restricciones que encuentran en el acceso a la educación que no reconoce su diferencial cultural y por consiguiente, la falta de oportunidades laborales. En este mismo sentido, denuncian que encuentran obstáculos y dificultades para la realización de prácticas tradicionales como la adivinación en espacios públicos de la ciudad, actividad que tradicionalmente había sido un recurso para las mujeres gitanas cabezas de familia, al carecer de otros conocimientos o ejercicios profesionales.
[1] Kumpaña: Asentamiento de pueblo gitano por familias en una misma ciudad.
Mujeres diversas, plenas en derechos