Las mujeres saludamos la paz y participamos activamente en su construcción
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Publicado el Sábado, 12 Septiembre 2015 05:45
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La Semana por la Paz es un escenario de reflexión que surge en los años 80’s como respuesta a los acontecimientos de muerte y violencia que afectaron al país. En este espacio se hacen visibles los esfuerzos de miles de mujeres y hombres que trabajan a favor de la paz, el fortalecimiento de la democracia y la justicia social.
En esta, su vigésimo octava (28) edición, la Semana por la Paz se realiza en un momento decisivo para el país en el que es necesario apoyar los significativos avances de las conversaciones que se desarrollan en La Habana para poner fin al conflicto armado. Como sociedad nos urge que se desescalone la confrontación armada y que las partes lleguen a acuerdos viables que faciliten construir conjuntamente una democracia real, desde los espacios cotidianos públicos y privados.
Las negociaciones con los grupos insurgentes se enmarcan en lo que se conoce en el derecho internacional como justicia transicional, es decir, las formas judiciales y no judiciales empleadas para lograr la reparación de las violaciones de derechos humanos ocurridas en el pasado. Los mecanismos que se acuerden, deberán resolver la tensión entre las demandas de justicia de las víctimas y el derecho de la sociedad a consolidar la paz después de tantos años de conflicto.
Esta es una oportunidad para reflexionar sobre la conveniencia de implementar la justicia transicional como forma para poner fin a las violaciones masivas y sistemáticas de derechos humanos; hacer oficial el mensaje de lo reprochable en la guerra y del uso de la violencia; satisfacer los derechos de las víctimas, con lo cual se rescata el valor del ser humano como eje de la democracia; permitir un tránsito hacia la paz y la convivencia pacífica, incorporando reformas como garantía de no repetición que permitan transformar estructuras de discriminación y violencia.
Estos mecanismos se pueden aprovechar para garantizar justicia ante las violaciones de los derechos humanos individuales y, además para abordar y transformar el contexto de desigualdad e injusticia que dio lugar al conflicto armado. En el caso de las mujeres, las relaciones de poder preexistente, caracterizadas por la desigualdad, discriminación y la exclusión, que han significado una mayor afectación y vulnerabilidad de las mujeres por las situaciones de conflicto.
La implementación de mecanismos de justicia transicional no solo deberá reparar violaciones específicas a los derechos de las mujeres en el contexto del conflicto armado, también deberá incorporar la “justicia transformadora”, abordando ante todo, las relaciones sociales que hicieron posible que se produjeran esas violaciones. Esto incluye la transformación de las relaciones de poder que han profundizado las afectaciones e impactos del conflicto armado sobre la vida y cuerpo de las mujeres.
Para algunas mujeres la firma de la paz, por si misma, no instaura ni seguridad ni justicia; para cambiar esta percepción se hace necesario fortalecer acciones de pedagogías para la paz, e incentivar la participación de las mujeres, de sus organizaciones y agendas, en los escenarios de discusión y decisión sobre la paz, así como en los procesos instaurados para su mantenimiento y consolidación.
Para la Secretaría Distrital de la Mujer el Derecho a la Paz y a la convivencia con equidad de género es una prioridad.
Las mujeres Saludamos la Paz y participamos activamente en su construcción.