Hoy 14 de septiembre, se conmemora el “Día Latinoamericano de la Imagen de la Mujer en los Medios”, fecha que permite reflexionar y analizar las formas en que se representan la vida y cuerpos de las mujeres. A partir de 1990 en el quinto Encuentro Feminista Latinoamericano del Caribe, se instaura este día para recordar la primera emisión del programa radial “Viva Maria”, pionero en reivindicar una imagen más libre de las mujeres y cuestionar la violencia de género, los modelos estereotipados imperantes y denunciar las situaciones de las que las mujeres eran víctimas. El programa fue clausurado por presiones gubernamentales en 1990.
El balance en los últimos años no ha sido tan significativo, ya que si bien se presentan avances y normativa tanto nacional como internacional, los lastres culturales que orientan los roles de género y pautas de conducta, continúan dejando a las mujeres en situaciones de desventaja en espacios como la televisión, a través de telenovelas, noticieros, series, magazines y reallitys shows; la publicidad, presente en todos los soportes de comunicación; lo que se escucha en estaciones de radio incluyendo la música que se produce; la televisión infantil y en medios digitales como blogs y redes sociales.
Solo del 2015 se pueden citar algunos casos significativos de comunicación sexista, los cuales la Secretaría Distrital de la Mujer reprochó y evidenció como una forma de violencia simbólica que afecta a las mujeres, recordando a los medios de comunicación su papel en la promoción de los derechos y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para la transformación hacía relaciones equitativas.
El primer caso sucedió cuando la empresa CODENSA, adjuntó a la factura mensual de energía un volante con una publicidad sexista, donde la compañía invitaba a adquirir el SOAT (Seguro obligatorio de accidentes de Tránsito), mostrando la imagen de una mujer realizando compras acompañada de la siguiente frase: “tengo que preguntarle a mi esposo qué significa fondos insuficientes”.
En abril la Revista Soho sorprendió con una sesión fotográfica titulada “Elizabeth Loaiza cocinada por Andrés Carne de Res”, donde se ilustra claramente las violencias contra las mujeres, cosificando el cuerpo de la mujer al mostrarla como un ingrediente dentro de una olla o como un pedazo de carne de res con letreros que ofertan partes de su cuerpo, además a un hombre a punto de cortarla con un cuchillo pasando por alto que muchas mujeres son asesinadas bajo este tipo de agresión.
Y el más reciente un anuncio exterior de una tienda de frutas en el norte de Bogotá para promocionar sus productos, donde aparecen torsos desnudos de mujeres, comparando las frutas con los senos, acompañado de la siguiente pregunta: “¿Te gustaría experimentar con más de 50 de estas…?” y la promesa que decía “pronto las tendrás”.
Como se puede evidencia, muchas veces la comunicación sexista parte de una imagen que cosifica a la mujer (nombra y utiliza a las mujeres como si fueran una cosa y así vender productos en el mercado), reduce a las mujeres a un objeto sexual quitándoles su dignidad como seres humanos, su autonomía, su capacidad de decisión y sometiéndolas al deseo ajeno, reproduciendo así los patrones de subordinación y violencia que nos han relegado históricamente y promoviendo, peligrosamente, otros tipos de violencia como la física y sexual. De igual manera, este tipo de comunicación muestra a las mujeres como ignorantes, dependientes de un hombre para tomar decisiones, además de promover su ridiculización y su discriminación.
Por las graves consecuencias que la comunicación sexista tiene en la vida de las mujeres, exponiéndonos a múltiples formas de violencia y reafirmando las creencias, los estereotipos sociales y culturales, se han desarrollado en el mundo acciones para promover y garantizar el derecho de las mujeres a una cultura y comunicación libres de sexismo. Una de las más significativas fue la conferencia Mundial sobre la Mujer “Cumbre Beijing”, en la que se construyó un capítulo dedicado a los medios y comunicación y las mujeres.
Beijing reflexiona sobre el impacto social de los medios de comunicación y la capacidad de los mismos sobre la masificación de la información. De igual manera, insta a los países firmantes, entre ellos Colombia, a sus Estados y a sus gobiernos, a que se generen propuestas y representaciones positivas sobre las mujeres, promoviendo sus logros y avances. Se pide también, empezar a suprimir las constantes imágenes que de ellas aparecen de forma degradante y negativa; y promover su participación al interior de los medios para que ellas mismas produzcan sus propias imágenes.
Desde la SDMujer se invita a los profesionales de la comunicación a realizar una comunicación y publicidad que rompa con estos estereotipos que mantienen creencias y tradiciones con las que históricamente se han naturalizado las diferentes formas de violencia contra las mujeres; a la ciudadanía a exigir una comunicación incluyente, no sexista, respetuosa de los derechos de las mujeres y a los diferentes sectores de la Administración Distrital a implementar los acuerdos que sobre el tema se deben cumplir.