En una cafetería en el Centro de la ciudad, Paola* una adolescente de 16 años se sienta a tomar un café. Ella, al igual que otras mujeres de su edad, buscan en este espacio y otros del centro de la ciudad una oportunidad para “conocer” a un extranjero. Aunque parezca una situación inocente, en la cual una menor de edad puede estar buscando una relación sentimental, la situación podría convertirse en explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes – ESNNA-.
El Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, niñas y niños que se realiza cada 23 de septiembre, fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999.
Según cifras proporcionadas por la Organización Internacional para las Migraciones se estima que el 10% y 30% de las mujeres que son vinculadas a redes de trata de personas son menores de edad, convirtiendo este delito en explotación sexual.
¿Qué es la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes?
De acuerdo con la Fundación Renacer, la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes ocurre cuando una persona menor de 18 años de edad es sometida a ejecutar actos que involucran partes de su cuerpo para satisfacer necesidades y deseos sexuales de una tercera persona o grupo de personas a cambio de cualquier retribución o promesa tangible (dinero, especie, bienes o favores) para ella o para un tercero.
¿Cuáles son las modalidades de explotación sexual?
Diversas instituciones han realizado acercamientos a esta problemática y se han identificado seis modalidades en las cuales las niñas y adolescentes pueden ser víctimas de explotación sexual:
- Prostitución: Esta es la modalidad más conocida. Se entiende cuando un menor de 18 años desarrolla actividades sexuales a cambio de dinero u otros objetos por retribución (ropa, celulares, viajes, joyas, entre otros)
- Pornografía: Es la utilización en imágenes del cuerpo de los menores en actividades simuladas o explícitas. Las personas que las producen, distribuyen, divulgan o tienen este tipo de material pueden considerarse parte del delito.
- Turismo con fines sexuales: se define como la captación, traslado, así como la realización de viajes con fines sexuales en los que estén involucrados menores de 18 años. En esta modalidad la persona viajera que participe de estos hechos también es considerada como parte del delito.
- Trata de niños, niñas y adolescentes con fines sexuales: Se entiende como la captación, transporte y traslado de niños, niñas o adolescentes , el cual sea desarrollado desde el engaño, la fuerza o amenaza.
- Casamientos tempranos o matrimonio servil: Se considera como una unión marital (muchas veces no formalizada) entre un o una menor de edad y una persona adulta en la cual se restringe la libertad y dignidad de la persona y está de por medio una retribución económica (como las anteriormente mencionadas) hacia la víctima, los familiares de la víctima o un tercero explotador.
- Servidumbre, mendicidad: Estas modalidades pueden estar inmersa la explotación sexual y laboral de niños, niñas y adolescentes con fines lucrativos para terceros o su explotador.
- Extracción de órganos y óvulos sin consentimiento Con relación a estas dos modalidades los niños, niñas y adolescentes son engañados con retribuciones falsas o promesas de mejores oportunidades y al desvincularlos de sus redes de afecto o familiares se desarrolla la extracción de órganos con fines comerciales en el mercado ilícito. En el caso de extracción de óvulos las mujeres o adolescentes pueden ser engañadas y sus óvulos ser extraídos sin su consentimiento.
¿Cómo una niña, adolescente o las mujeres pueden ser víctimas de explotación sexual?
Existen varios factores que pueden incidir en la explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres. Entre ellas podemos nombrar:
- Desvinculación de las redes familiares o redes de afecto, debido a problemáticas familiares arraigadas que no permiten la atención de niñas y adolescentes; así como el maltrato que sufren.
- Escaso conocimiento del tema y la posibilidad de ser arrastradas por promesas falsas sea en el extranjero o a nivel nacional
- Inequidad y violencia de género que permite que explotadores y terceros puedan sacar provecho de las niñas, adolescentes y mujeres en condiciones de violencia o inequidad.
- Tolerancia y normalización de estas prácticas, principalmente en espacios en los cuales personas allegadas o conocidas ejercen este tipo de trabajos o han sido parte de esta cadena.
- Actitudes discriminatorias por raza, sexo, orientación sexual o identidad de género que permiten que explotadores o terceros puedan convertirse en “apoyos” de los y las menores y mujeres
- Vinculación a espacios en los cuales se esté en permanente contacto con el ejercicio de la prostitución y en las cuales las redes de apoyo, afecto y familiares sean personas que puedan estar vinculadas con la explotación sexual o la trata de personas.
¿Qué puedo hacer para prevenir la explotación sexual en niños, niñas y adolescentes y la trata de mujeres?
- Promover el conocimiento sobre el tema en las instituciones, especialmente en las educativas, ya que es en estos espacios donde se puedan desarrollar, con más facilidad, redes de explotación que utilizan a otros menores de edad como primeros captadores.
- Rechazar las prácticas sociales, culturales e imágenes que erotizan el cuerpo de los niños, niñas y adolescentes
- Fortalecer las redes y generar entornos seguros y protectores en los cuales todas las personas se involucren y denuncien actos que afectan la dignidad y libertad de los niños, niñas y adolescentes.
- Orientar y dar información a las mujeres víctimas de vulneraciones de derechos y denunciar e investigar a todas aquellas personas que ofrezcan ofertas en las cuales sus situaciones de violencia y marginalidad puedan ser transformadas con ofertas económicas.
¡Una vida libre de violencias, es nuestro derecho!