Desde el año 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, “haciendo un reconocimiento a la contribución de las mujeres del campo y su papel en la promoción del desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural en todo el mundo”.
Desde la Secretaría Distrital de la Mujer se conmemora el Día Internacional reconociendo el papel y los aportes de las mujeres campesinas y rurales del Distrito Capital, así como haciendo visibles sus realidades, necesidades, intereses y demandas.
Aún persisten múltiples discriminaciones y violencias que viven de manera cotidiana en el espacio privado y público las mujeres campesinas del Distrito Capital, lo que les ofrece limitadas oportunidades para el pleno goce de sus derechos. En el espacio privado, familiar, las mujeres viven múltiples formas de violencias, asociadas a los patrones culturales que reproducen los roles tradicionales y los prejuicios o creencias que sustentan la violencia física, sexual, económica, psicológica y que se agudizan en condiciones de conflicto armado y escasez de los recursos naturales que son la base de la economía de subsistencia de las mujeres.
Por otra parte, a pesar de los probados aportes en el desarrollo, la economía y la sostenibilidad de la sociedad rural, no se reconoce como trabajo las labores asociadas a la reproducción, el cuidado y protección de sus familias y las obligaciones productivas en el hogar. Al respecto y como elementos para la reflexión, según el Censo de Ruralidad realizado por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (2013) cerca de la mitad de las mujeres mayores de diez años se dedica a realizar “oficios del hogar” (45%), dato que permite ver la persistencia de roles tradicionales de género en esta población, más aún, al contrastar con las cifras emanadas de la Encuesta Bienal de Culturas – EBC 2013, en las que la población urbana de mujeres de 13 años y más, que manifestó dedicarse principalmente a realizar “oficios del hogar” fue del 26,78%, 16,22 puntos porcentuales abajo. Adicionalmente se encontró que la proporción de mujeres de 15 años y más que manifestaron no saber leer ni escribir fue del 6% (309 mujeres).
La discriminación contra las mujeres campesinas y rurales también se expresa en los escenarios institucionales que no establecen aún las condiciones necesarias para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos tales como la participación, el trabajo en condiciones de igualdad y dignidad, el acceso a la tierra y a un medio ambiente limpio. Un número significativo de mujeres campesinas y rurales viven en pobreza extrema, sin acceso a los servicios básicos y con doble o triple jornada de trabajo.
A pesar de esta realidad, las mujeres campesinas, como parte del territorio y población rural, son fundamentales en la articulación de Bogotá y la región, en términos de prestación de servicios ambientales, gobernabilidad, diálogo intercultural, soberanía y seguridad alimentaria.
Para la Organización de las Naciones Unidas “ en los países en desarrollo, las mujeres rurales suponen aproximadamente el 43 por ciento de la mano de obra agrícola y producen, procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, por lo que sobre ellas recae la gran responsabilidad de la seguridad alimentaria”.
Se requieren por lo tanto, políticas públicas encaminadas a potenciar sus capacidades, mejorar su calidad de vida, reconocerlas como ciudadanas, sujetas políticas y actoras que han contribuido y siguen contribuyendo a la transformación de sus condiciones de vida y las de sus comunidades, así como a la protección de las formas de producción responsables y respetuosas con el ambiente y el entorno natural.
La SDMujer continuará con su compromiso de fortalecer los procesos organizativos de mujeres campesinas y rurales de las localidades con ruralidad y producción agropecuaria del Distrito Capital, donde participan actualmente 20 organizaciones de mujeres de todas las localidades rurales de Bogotá. Igualmente, continuará con el fortalecimiento de 7 iniciativas de mujeres campesinas quienes participan en el Proceso de Mujeres Emprendedoras y Emprendimientos Productivos. Con estas iniciativas se busca promover la inclusión, participación y representación política de las mujeres campesinas y rurales, cualificando sus liderazgos y procesos organizativos y favoreciendo su empoderamiento.
¡Avanzan las mujeres campesinas y rurales, avanza Bogotá!