Investigación de la U. de los Andes destaca estrategia psicosocial de las Casas de Igualdad
Resultados preliminares de una investigación de la Universidad de los Andes indican que dentro de las mujeres que han sufrido violencias físicas leves y severas, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2010, un 70 por ciento podrían estar relacionadas con violencias por “control coercitivo”, es decir con creencias de género en el que se evidencia una desigualdad entre hombres y mujeres, explicó Ana Lucía Jaramillo, investigadora de la Facultad de Psicología de la misma institución.
Por esta razón, Jaramillo viene desarrollando desde el 2014 la investigación: “Conceptualizaciones sobre las intervenciones en violencias de parejas de las y los interventores psicosociales en Bogotá”. En la misma, quienes investigan destacan la estrategia de atención psicosocial que se viene desarrollando en las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres (CIOM).
La investigación viene indagando en diversas organizaciones del sector público, privado y en las universidades, cómo psicólogas y psicólogos atienden a las personas que viven violencias de pareja a partir de dos preguntas: ¿Qué entienden como sus causas? Y ¿qué vienen haciendo en sus intervenciones?
Dentro de las entidades públicas, la Secretaría Distrital de la Mujer se destacó por su perspectiva de género. “La entidad es modelo y ejemplo porque ubica como causa de esta violencia el poder y la inequidad de género que hoy resulta predominante, pero que en otras instituciones resulta invisible o ambivalente”, añadió Jaramillo.
A su vez, se destacó la vía mediante la cual las profesionales psicosociales vienen atendiendo estos casos: “La atención se caracteriza por el empoderamiento de las mujeres y en darles posibilidades de expresión y validación emocional”. Además de jugar un papel importante en el trabajo de visibilización de estas violencias para quienes las sufren y la manera de abordarlas para salir de las mismas.
La perspectiva de género les permite a las profesionales psicosociales, según la investigación, diferenciar entre dos tipos de violencias que identifica el psicólogo Michael Johnson: la que se origina por las creencias de género (violencia de control coercitivo) y las que se relacionan con las habilidades de resolución de conflictos (violencia de no control coercitivo). Siguiendo a la investigadora, quienes están en la otra orilla (la mirada de la violencia de no control coercitivo) difícilmente podrán identificar las que están relacionadas con los mecanismos de control de las creencias de género.
Los tres enfoques de la atención psicosocial de las CIOM
Para Kellyn Duarte, coordinadora del equipo psicosocial de las Casas de Igualdad, la investigación se adelantó durante el desarrollo de la estrategia de atención psicosocial de las Casas en el 2014, lo que demuestra que se ha mantenido y que se ha enriquecido con los años.
Siguiendo a Duarte la estrategia de acompañamiento no solo se nutre del enfoque de género que permite entender la realidad y las problemáticas de las mujeres, sino de los enfoques de derechos y diferencial. El primero que considera a las mujeres como sujetas de derechos y el segundo que reconoce las diversidades de las mismas.
“El manual de acompañamiento psicosocial, que guía el trabajo en las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres, plantea que sean ellas quienes tomen decisiones que permitan romper con los ciclos de violencias, dimensionen el impacto de las mismas y busquen su propio bienestar”, aseguró Duarte.
La coordinadora explicó también que la perspectiva de género tiene en cuenta la construcción sociocultural en torno a los estereotipos, al amor romántico y al deber ser mujer, y que en definitiva marcan una pauta sobre cómo las mujeres construyen su sufrimiento.
La perspectiva de género para las profesionales psicosociales de las Casas de Igualdad también les permite contar con herramientas que ayudan a transformar las realidades de las mujeres diversas de Bogotá, que son vistas como agentes de cambio.
“Nos planteamos desde la psicología social porque estamos interesadas en los problemas sociales, en comprenderlos y transformarlos y en mostrar que la psicología también tiene un papel político en la sociedad”, puntualizó Duarte.